Está claro que no todos los líderes tienen el mismo impacto y será fundamental que entiendas lo que hacen los grandes si quieres ser uno de ellos. Entonces, ¿qué es lo que separa a los líderes promedio de los grandes?
Uno puede pensar que es su habilidad para comunicarse o la habilidad para motivar a otros, pero en última instancia, todos los líderes del mundo tienen alguna habilidad para comunicar y motivar. Esas son habilidades importantes, pero no son las que construyen organizaciones gigantes.
La verdadera diferencia entre “aquellos que son legendarios” es que ellos saben cómo crear la cultura adecuada.
¿Que es cultura? Es la identidad de un grupo. Así como los individuos tenemos características, habilidades y pertenencias que marcan nuestra identidad (por ejemplo cuando decimos “soy católico” o “soy muy disciplinado), los grupos tienen elementos propios que les permiten identificarse. “Los ingleses son puntuales”, “los musulmanes rezan 5 veces al día”, “los mexicanos comen chile”… ¿Eso quiere decir que TODOS los mexicanos comen chile? no, pero es una característica común que los identifica como grupo.
Lo maravilloso de crear la cultura adecuada es que educa a nuevas personas. Cuando la cultura es puntual, las personas nuevas sienten que deben comenzar a llegar a tiempo o no pertenecen aquí. Cuando la cultura es que todos usamos nuestro producto, el que no siente que tiene que empezar a hacerlo o tiene que irse. Por lo tanto, los grupos pueden crecer mucho más allá de donde está el líder. Cuando eres un líder que solo se enfoca en crear estrategias de crecimiento, el día que no estés, no habrá estrategia, por lo tanto no habrá crecimiento y todo tu trabajo del pasado se derrumbará. En cambio, cuando crea una cultura de crecimiento, puede irse sabiendo que la misma cultura educará a las generaciones futuras para que sigan creciendo.
Las estrategias tienen una vida útil corta, mientras que la cultura es la forma de vida de la organización. Si quieres asegurarte de que tu equipo viva muchos años y crezca sano, asegúrate de tener claras estas respuestas:
¿Cuál es su cultura con respecto al producto?
¿Cuál es su cultura con respecto al trabajo en equipo?
¿Cuál es su cultura con respecto al profesionalismo?
¿Cuál es su cultura con respecto a la ética y la consistencia?
¿Cuál es su cultura respecto al trabajo y al progreso?
¿Cuál es su cultura con respecto al desarrollo personal?
Si no tiene clara ninguna de estas respuestas, significa que su equipo está desalineado y no tiene una cultura unificada. Eso no es un problema, puedes empezar a alinear el equipo, pero primero debes tener claro cuál quieres que sea la cultura. Una vez que lo tengas claro, edúcalo, reedúcalo, sobreedúcalo y por supuesto, sé la primera persona 100% congruente con el aequo que esperas de los demás. Con el tiempo, tu trabajo inspirará al resto hasta que aquellos elementos que son importantes para ti se conviertan en la normalidad del grupo. Si, por ejemplo, su objetivo es que su equipo llegue a tiempo, inicialmente puede ser la única persona que llegue a tiempo a un evento. Luego inspirarás a otros 2 y luego a otros 20 hasta que un día, la puntualidad es normal y todos miran feo al que llega tarde. Ese día habrás ganado el partido y sabrás que el equipo seguirá cumpliendo el calendario prometido aunque ya no estés en la sala.
Cuéntame, ¿qué cultura te gustaría cambiar en tu equipo? Te leo en los comentarios.